COCO ESTUDIO

Muchas veces me han preguntado que sobre que escribo en el mi blog y siempre respondo algo así como: “ de todo lo que se me pase por la cabeza”, “desde huevos duros hasta problemas políticos de la isla de San Andrés” pero nunca jamás me imagine que llegaría el día que le haría un foto estudio a un coco y más aún que me tomara el tiempo para dejar constancia de ello en mi blog.

Pues resulta que entré a la cocina con la intención de buscar una fruta (banano específicamente) para ver si lograba silenciar esa vocecita que me grita a veces al oído “SALUDABLE, SALUDABLE” y ohh surprise!!, me encuentro con que lo más parecido que hay a un banano en mi casa es un plátano maduro.

Bueno, nada por hacer, será quedarme con las ganas –pensé-, pero cuando iba a dar la vuelta para irme me encuentro con que un coco literalmente me está mirando –probablemente esperarán que les diga que con cara burlona porque me quedé con las ganas del banano, pero NO!!- el coco me miraba con cara de “Soy Raro”!!!!!!! y de verdad que sí que lo es! y lo digo yo que he vivido más de media vida rodeada de cocos y palmeras.

No soy la más conocedora de la teoría Darwiniana, pero creo ahí medio me defiendo –para que no digan que no me sirvieron las 8 materias de relleno que me dieron en la Universidad- , lo que no sé bien es si aplique también a las frutas y las verduras.

Yo no sé ustedes que opinen, pero si este coco que les voy a mostrar no es descendiente directo de un mico, entonces yo –me uno al pensar de muchos otros- y digo que necesito ayuda psiquiátrica.